Tras unos dos mil años predicando austeridad, pobreza, no al sexo fuera del matrimonio, sí a la fe ciega y a los dogmas, ahora la Iglesia Católica va perdiendo terreno por momentos y vuelve sus reales hacia Trento y desenfunda el Santo Oficio.
Lo grave no es que haya pederastas o pedófilos entre la clerarquía. El problema estriba en que tratan de ocultarlo anatemizando al denunciante. Y resulta que, entre 1940 y 1990 (que se sepa) los abusos sexuales de ciertos clerarcas y clerigalla de Los Ángeles (USA), han sido tales y de tal magnitud -eso si negados sistemáticamente- que un tal Mahoney ha tenido que pedir perdón y se trata de hacer callar a los afectados por 'tan terrible pecado y crimen' con algo así como 500 millones de dólares.
¿Y ahora qué? A ver si Rouco se atreve a decir con la que está cayendo que en Entrevías se conculca la liturgia o si Ratzinger osa volver a hablar de prácticas anticonceptivas y otros demonios personales.
Colofón: no puede hablar de sexo quien no lo practica debido a su voto de castidad...
(Enormes carcajadas del respetable)
lunes, 16 de julio de 2007
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