miércoles, 11 de julio de 2007

La saga de los Bernardos

Mi hermano mayor me hablaba en el lejano siglo XX, aprovechando que yo era pequeño, de una peli llamada 'Freaks', creo que de 1932 y dirigida por un tal Tod Browning. Me contaba que salían monstruos, gente deforme y así, lo que hacía aflorar mis miedos infantiles.

En la actualidad, ya sin miedos (o eso creo) y sin niñez, me quedan los 'freaks' de todo tipo, esos que a diario salpican los medios de comunicación, el Congreso de los diputados y otros centros de poder del país. Dado que lo del miedo parece que pasó a mejor vida, mi sentimiento se decanta ora hacia el estupor, ya hacia el desconcierto, a veces hacia la carcajada mefistofélica y siempre por el socorrido 'qué pais Miquelarena'.

Bernardo del Carpio, suerte de Roldán a la española según´la 'Crónica General', ha sido sistemáticamente ninguneado por diversos 'freaks' literarios, o sea, críticos 'enteraos' y prosistas de toda laya.

Bernardo Schuster, creo que buen jugador, buena gente y eficaz entrenador, actualmente al frente del equipo del Reino, ha sido puesto en la picota por 'fumboleros', periodistones y dirijentes (sic) de cachiporra de la cosa. Enlodado durante un tiempo por 'freaks' del entorno o lo que sea del arte balompédico, al fin se ha salido con la suya.

Bernardo Soria, flamante ministro de Sanidad, investigador en horas libres de células madre y otras pequeñeces, todo ello en afán del prójimo y su salud, ha sido laminado en menos de 48 horas por otro 'freak': el llamado 'portacoz' de la Cosa Eclesiástica, un tal Camino, que le ha proclamado como enemigo público, inmoral y controvertido.

Menos mal que, enlazando con el señor Soria, 'Le Monde' ha proclamado el intervencionismo del Vaticano y su clara tendencia hacia Trento. Amén de la misa en latín, que ha servido de base para comentarios de todo tipo, coincidentes algunos con el que detento desde siempre. 'Las filípicas eclesiásticas se desgranan desde el púlpito y para sus súbditos/fieles y no interfiere en cuestiones políticas, que no es lo suyo'.

Claro que tampoco en otros lugares consienten en pagarles un sueldecito, ni contribuyen en la construcción de horrendas catedrales ni tampoco dejan que les muelan con su moral torticera. Igual dentro de ni se sabe algún gobierno tiene las agallas suficientes para poner firme a la clerigalla, recortándoles unos privilegios que nadie sabe porqué siguen vigentes a estas alturas.

Nota: tal vez sea preciso resucitar a Browning y rodar 'La parada de los monstruos.2'. Material no falta, palabra.

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