Post-parto y olé

¡Magnífico! ... concluidos los fastos nacionales, insultados los convenientes, cabreados altos mandos pretorianos, avergonzado casi todo el pais, ridiculizados allende las fronteras, alegres y marciales los conjurados, españolizados todos al fin... ¿y ahora qué monsieur Pompón y sus dignatarios más aguerridos? ¿De nuevo a la arena en plan retiario a ver si cazan pieza? ¿Encore une fois nuestra particular Princesa de los Ursinos volverá a enseñar la liga? ¿Iremos de frente contra los fastos del bicentenario del 2 de mayo confundiendo una vez más al general Dupont con el cura Merino? ¿Engrasaremos los lucientes garrotes para invertir el orden de las cosasy llevar el agua a su molino? ¿Acusarán a Manolita Malasaña de ejercer la prostitución con el gabacho? ...

En fin, no pregunto más que se me van a acabar la historia de Tuñón de Lara, las enmiendas de Gerald Brenan y hasta las ententes nada cordiales de Américo Castro y Sánchez-Albornoz.

Menos mal que para callar agoreros, salvapatrias, banderómanos, catastroferos de todo a cien y clerigalla hortofrutícola, la selección de fútbol, la nacional (¿hay otra?) le ha perpetrado un siete (triete tal vez) a los vikingos (faltan los suecos), con Manolo el del bombo al frente y sin el concurso de un jugador del RM que, disculpen, no me acuerdo cómo se llama.

Nota al margen: in illo tempore uno tenía su zaquizamí repleto de banderas, por lo menos diez y siete, todas en suma, uniéndose alguna negra con A + círculo. Seguía considerándome español, más que nada por el lugar del parto, pero no disponía de la llamada nacional porque estaba secuestrada por los nazionales, que la llevaban hasta en la correa del reloj ... Prefiero no recordar aquellos tiempos pasados en los que, los demócratas de verdad, nos veíamos perseguidos y denostados por los banderistas de corazón, fuerzanovistas, falangistas desnortados y demás patulea. ¿Se acuerdan de 'Unos muchachitos de Valladolid' y 'Fachadolid'? ... pues eso, que cunda.